Expertos a nivel mundial establecen un conjunto de políticas y cambios en el estilo de vida para ayudar a prevenir las demencias.
The Lancet, una de las revistas científicas con mayor prestigio en el mundo, ha lanzado una serie de recomendaciones para retrasar o prevenir el 40% de los casos de demencia.
La clave está en modificar 12 factores de riesgo a lo largo de la vida.
El informe, dirigido por 28 expertos en demencia de renombre mundial, se basa en los 9 factores de riesgo identificados en la Comisión Lancet de 2017 y añade tres nuevos.
El estudio hace un llamamiento a las naciones y a los individuos para que sean ambiciosos en la prevención de la demencia y establece un conjunto de políticas y cambios en el estilo de vida para ayudar a prevenir esta enfermedad degenerativa.
Según los datos que maneja The Lancet, en todo el mundo, alrededor de 50 millones de personas viven con demencia y se prevé que esta cifra aumente hasta los 152 millones en 2050, sobre todo en los países de ingresos medios y bajos.
Afortunadamente, en algunos países la proporción de personas mayores con demencia ha disminuido, probablemente debido a las mejoras en la educación, la nutrición, la atención de la salud y los cambios en el estilo de vida, lo que demuestra la posibilidad de reducir la demencia mediante medidas preventivas.
«Nuestro informe muestra que está en manos de los responsables políticos y de las personas prevenir y retrasar una proporción significativa de la demencia, con oportunidades de tener un impacto en cada etapa de la vida de una persona», explica el autor principal, Gill Livingston, del University College London (Reino Unido), en declaraciones citadas por Medical Xpress.
Factores de riesgo a modificar
- Tratar de mantener una presión arterial sistólica de 130 mm Hg (milímetros de mercurio) o menos en la mediana edad a partir de los 40 años.
- Fomentar el uso de audífonos para la pérdida de audición y reducir la pérdida de audición protegiendo los oídos de los altos niveles de ruido.
- Reducir la exposición a la contaminación del aire y al humo del tabaco.
- Prevenir las lesiones en la cabeza.
- Prevenir el abuso de alcohol y limitar la bebida a menos de 21 unidades por semana.
- Dejar de fumar y apoyar a los individuos para que dejen de fumar
- Proporcionar a todos los niños educación primaria y secundaria.
- Reducir la obesidad.
- Tratar la depresión.
- Tratar y predecir la diabetes.
- Prevenir el aislamiento social.
- Llevar una vida activa hasta la mediana edad y posiblemente más tarde.
Adesola Ogunniyi, de la Universidad de Ibadán (Nigeria), señala que «en los países de ingresos bajos y medios, la mayor prevalencia de los factores de riesgo de demencia implica que una proporción aún mayor de demencia es potencialmente prevenible que en los países de ingresos más altos».
Es necesaria una atención holística e individualizada basada en la evidencia que aborde la salud física y mental, la atención social y el apoyo que pueda dar cabida a necesidades complejas.
Mantener a las personas con demencia físicamente sanas es importante para su cognición, pero a menudo tienen otras enfermedades, que pueden tener dificultades para manejar por sí mismas, lo que resulta en hospitalizaciones potencialmente dañinas.
Las personas con demencia corren un riesgo especial de contraer el Covid-19 (debido a la edad y a que tienen enfermedades crónicas preexistentes), y que las medidas de distanciamiento físico pueden ser difíciles para las personas con demencia, a quienes puede resultarles difícil cumplir las directrices o angustioso no poder tener contacto con los cuidadores y la familia.
Dra. Mara López Wortzman
Médica Especialista en Medicina Interna.
Médica Especialista en Geriatría.
M.N: 113.519. M.P: 5.262.
Clínica Médica: 2.081. Geriatría: 2.113.
Leave a Comment